Una mañana entre madera y magia
La experiencia comenzó con un desayuno de bienvenida, degustando el verdadero pan tomaca del huerto de Daniela. Después, nos sumergimos en el taller artesanal: manos a la obra, herramientas en acción y mucha concentración. No hizo falta experiencia previa; solo ganas de aprender y dejarse guiar por el proceso. Lijamos, cortamos, taladramos y gracias a la experiencia y directrices de madera pudimos completar con éxito el taller. Cada cajita tomó forma a su ritmo, reflejando el estilo y la personalidad de quien la creaba.
Fue un encuentro donde el diseño y lo humano se mezclaron de manera natural.
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